Y si ahora repetimos el mismo error,
si ahora que hablamos, decides,
impaciente, quedarte callada mejor,
el viento huye y tu, detrás corres,
yo, me quedo, aquí, intentando ver el sol.
Y si ahora callo yo, y tu miras al cielo,
no hay sonido, no soy el mejor,
la lluvia cae, y mi mano, ahora hielo,
frío y cálido como témpano lo siente,
un cosquilleo. Múltiplicalo, ahora es peor.
Y si ahora, la arena suave se levanta,
cerramos raudos los ojos,
no vemos como nos cubre, una fina capa,
de un deseo que vuela y sus rastrojos
azota nuestras cabezas. Ahora, somos aire.
Y si ahora, el mar se vuelve brava,
y sus olas nuestras manos separa,
es hora de decir adiós y partir.
Y ahora, me despido, con cariño,
hasta que la luna nos junte de nuevo,
y seamos como vinagre y aceite,
separados no valemos y juntos un buen aliño,
formamos (quien quiera lo pretende).
Y ahora, Luna, Sol, Mar y Aire,
vuestra es la decisión.
Que mi mano huya para siempre,
pero ésta no la última obra que escribo.
Ahora, hago de mi vida un don divino.
Son los designios del saber ser,
Son las mentiras y las verdades.
Son los preceptos del loco.
Son las reglas del amante.
Son los anhelos del viejo.
Son de todo, menos mi deseo.
[Si fuera deseo, mio no sería]