La bienvenida

Para qué hablar cuando no hay nada que decir.

Frase del Día

"Mientras no elijas, tendrás la oportunidad de hacer lo que quieras"

Las posibles vidas de MrNobody

Translate into your own language
Google-Translate-Chinese Traduire en espagnol - français Google-Translate-Spanish to German Google-Translate-Spanish to Italian Google-Translate-Spanish to Japanese Google-Translate-Spanish to English Google-Translate-Spanish to Russian Google-Translate-Spanish to Portuguese

viernes, 5 de noviembre de 2010

Mi memoria puede que no me lo perdone

Mi memoria puede que no me lo perdone. La escondí bien lejos de mí, tiré la llave y me olvidé de todo cuánto pude. Todos mis recuerdos anteriores, toda una vida, delegada a una sombra, en un lugar que no recuerdo, o no quiero acordarme, que esperaba que nunca saliera de ahí. Bien escondida estaba. Pero, a veces, son los propios recuerdos los que no te buscan, sino tu a ellos. Aunque no quieras, lo haces. Eso hice. Cuánto pude resistirme, lo hice, cuanto intente negarme a recordar, fracasé.
Creí que tirando de alcohol, tirando de pastillas, todo se iría. Esas pesadillas que eran mi vida pensé que desaparecería, y que entonces sería el momento de empezar de nuevo, y de nuevo empezando, creando nuevos recuerdos que harían olvidar los anteriores. Pero los recuerdos son como un "boomerang", una vez que lo tiras crees que no volverán, pero vuelven, ¡y de qué manera! Vuelven con fuerza, con más de la que tú usaste para lanzarlas, y esa fuerza arremete contra tí.
Pues bien, empezando de nuevo estaba yo, hasta que un día, normal como otro cualquiera, diferente como ninguno, vinieron los recuerdos. Esos recuerdos corrieron hasta entrar en mi cabeza. Duele, duele, duele. Esas eran mis palabras (imagínate casi dos décadas de recuerdos entrando al mis tiempo), y mi sensación era... bueno no es que hubiera sensación unívoca y principal. Eran un cúmulo de ellas, un cocktail digamos. Pues ese cocktail, explosivo, funciona, surte efecto. El efecto que tiene es como cuando estás a punto de desmayarte (o desvanecerte, que para el caso es lo mismo) después de haber estado bebiendo tanto que ni si quiera sabes como te llamas.
Mi memoria volvió contra mí, se escapó de la prisión donde la tenía confinada. ¿Por qué? por demostrarme que todo cuánto hice, y todo cuanto quiero hacer, no es más que una fantasía, y las fantasías en los sueños viven, y los sueños, sueños son. Queriendo renegar eso, se hace borrón y cuenta. Ahora bien, nunca olvides lo que quieras olvidar, porque como se puede comprobar, fallarás en olvidar.

Es imposible olvidar. Olvidar es abstracto, tanto que nadie sabe qué decir de él. Y yo digo, que quienes olvidan, nunca han olvidado, porque como repito, olvidar es decir que no se quiere recordar, pero la memoria es memoria, y viene con defecto de fábrica. ¿Cuál? que nunca se apaga, nunca se rompe. Sólo hay una condición para olvidar, y es enfermar, pero de enfermos no se vive. Hay que pagar un precio, pero es tan alto, que prefiero recordar, porque mis fracasos son mi vida, mis logros mis fantasías, y esto que hago - escribir- una ilusión que aumenta día tras día. Le pedí perdón a mi memoria, y ella aún no ha respondido, sólo hace que sueñe cada noche, con mi pesadilla, con mis recuerdos, y mis recuerdos, recuerdos son.

Licencia de Creative Commons
Dreaming Writing within Soul is licensed under a Creative Commons Attribution-NonCommercial-NoDerivs 3.0 Unported License.
Based on a work at dreamingwritingwithinsoul.blogspot.com.

No hay comentarios:

Publicar un comentario